ESTA ES LA HORA EN QUE ROMPE EL ESPÍRITU EL TECHO DE LA TIERRA

ESTA ES LA HORA EN QUE ROMPE EL ESPÍRITU EL TECHO DE LA TIERRA

Espíritu de Dios que hoy nos quieres manifestar quién sois vos.

Porque hablar de Espíritu Santo es hablar del mismo Dios.

Es tener asegurada la amistad, la confianza y la presencia amorosa en cualquier lugar, circunstancia, acontecimiento y ocasión.

Tú eres nuestra fortaleza y esperanza en medio del abandono, la soledad y el dolor.

Eres aliento y vida cuando nos toca la muerte, cuando se reseca nuestra tierra o tenemos roto en trocitos nuestro pequeño y frágil corazón.

Tú, Espíritu Divino, el que rompe el techo de la tierra para liberar nuestros miedos y también nuestro insignificante o enorme temor.

Tú, el beso suave que alivia nuestra frustración.

Tú eres esa flor que nace en el desierto cuando nuestro yo no ve solución.

Tú haces que nos sintamos como el águila que desde las alturas cuida sus polluelos y vigila lo que hay a su alrededor.

Tú, Dulce huésped de mi alma que rompe las cadenas de mi indignación,

y me evoca una sonrisa en medio de mi oración.

Tú, el Espíritu de la Vida, el ser capaz de convertir en paz mi interior,

el que espabila mi oído al toque de las campanas y me recuerda que conmigo y frente a mí está el mismo Dios.

Gracias, Espíritu Santo, porque en esta hora también has traspasado nuestro techo y nos has colmado de tus siete dones y de tu bendición.

Sor María Elena Hernández González (HMMI)

Plasencia 28-5-23

 

EL ESPÍRITU SANTO, ALMA DE LA IGLESIA

EL ESPÍRITU SANTO, ALMA DE LA IGLESIA

Dulce huésped del alma,

del alma inquieta y sin calma,

del alma que busca reposo y no alcanza,

del alma que sueña volar alto y del suelo no se levanta.

Espíritu de Dios y huésped de mi ser, de mi vida y de mi alma callada.

Tercera persona de la Trinidad Santa.

Soplo de aliento para el que se encuentra enfermo o postrado en la cama.

Consuelo en los duelos y también cuando las malas noticias nos golpean y llaman.

¡Qué suerte mi Dios, contar siempre con tu presencia cuando mis fuerzas flaquean y fallan.

Ven, Espíritu Divino, ven a tu Iglesia que te espera y te aclama,

Ven a tu Iglesia y renuévala sembrándola de alegría, ilusión y esperanza.

Tú que envías la lluvia cuando las personas te suplican y la tierra la reclama.

Gracias, Espíritu Divino, porque Tú velas nuestro sueño cuando la tormenta de noche por encima  nos pasa.

Espíritu Divino eres nuestra Luz, nuestro Fuego y también nuestra bendita Agua,

eres la Brisa y el Aliento que en nuestras travesías siempre nos acompañas.

Protege también a tu Iglesia y a todos los que en ella trabajan en defensa de tu voluntad y causa.

Fortalece a los débiles y da claridad a quienes no tienen su misión clara.

Danos claridad de mirada, para descubrir tu paso, es decir el paso nuestro Dios Trinidad en las elecciones y resultados de mañana.

Tú, que eres Aliento y a la vez Alma,

Tú que limpias nuestro pecado y también nuestras lágrimas,

Tú que nuestras heridas totalmente sanas.

Haznos dóciles a tu voz, a tu soplo y también a tu palabra.

Sor María Elena Hernández González

Santuario de Nuestra Señora del Castañar 27-5-23

 

 

¿POR QUÉ APAGAR O SILENCIAR LA VOZ DE LA VIDA?

¿POR QUÉ APAGAR O SILENCIAR LA VOZ DE LA VIDA?

Hola, mi Dios.

Me gustaría proclamar al mundo mis pensamientos y preocupación,

porque veo que estamos bombardeados de ideologías y conceptos que nublan los verdaderos valores del ser humano, así como su razón.

Ya se puede percibir, en el ambiente, el dolor que están  sufriendo nuestros niños y jóvenes por estar recibiendo una falsa información.

El dolor lo podemos sentir en los suicidios, autolesiones, baja autoestima, acosos, fracasos, tolerancia cero a la frustración, y también en las violaciones que no salen a la luz por vergüenza y por temor.

Por ello quisiera ir desglosando lo que escucho y analizo hoy.

Podemos empezar por el tema de la Educación.

Me pregunto: ¿dónde está la coherencia del sistema educativo si para hacer una carrera te exigen una X puntuación y por qué, sin embargo, en Educación Primaria y en Secundaria en que deben sustentarse las bases del conocimiento se fomenta pasar de curso sin que el alumno/a se haya esforzado y estudiado por su superación?

Otro tema transcendental  es, sobre la identidad de nuestro interior.

En la actualidad algunos de nuestros pequeños y pequeñas de Primaria y de nuestros adolescentes se plantean si son niñas o niños, porque los planteamiento políticos que escuchan es que son otra cosa diferente a su verdadero yo.

Me pregunto: ¿Qué tipo de persona estamos construyendo en esta generación?

No sé si somos conscientes que nuestros chicos y chicas están recibiendo del exterior una errada información, que gota a gota cala creando confusión en su personalidad, si nosotros no les ofrecemos otra información sobre el verdadero valor.

Y claro que nuestro mundo está envejecido y en él se encuentra también nuestra España, pero considero que su causa no es totalmente por la falta de mujeres en gestación,

sino en gran medida por las muertes, es decir, los abortos de esos bebés que no tienen voz.

Hoy las mismas adolescentes que tienen que pedir permiso para ir a una excursión,

son aquellas mismas a las que estas leyes que fomentan el aborto, les otorgan y entregan el peso de la responsabilidad para tomar esta trágica decisión.

Me pregunto: ¿Qué estamos haciendo con nuestros jóvenes cuando lo único con lo que se encuentran es una fácil y tentadora, aparente, solución?

¿Dónde están los valores del esfuerzo, de la constancia, del creer en nosotros, de volver a intentarlo, de que un no conseguido no es un fracaso, sino un reto en nuestro aprendizaje y educación?

A vosotros, políticos, jueces,  personas que tenéis en vuestras manos las leyes y el poder, ¿por qué no ponéis al alcance de estas mujeres, adolescentes, jóvenes y familias las ayudas económicas y recursos materiales que generen la vida y apuesten por este principal e imprescindible don?

Y así, nuestra España recuperaría su juventud, su alegría, su jovialidad, su esperanza y su color.

No podemos cruzarnos de brazos y no ofrecer solución,

no podemos apagar ni silenciar las voces que, aunque en silencio, gritan buscando ayuda, apoyo, identidad y compañía en sus dudas, problemas y en su reflexión.

No podemos dejar que se incendien nuestros bosques por personas cuyo mal radica en su mente y en su corazón;

tampoco podemos dejar que nuestros ganados no tengan pastos y nuestros campos se queden sin agricultor,

ni abandonar a nuestros profesionales de la sanidad, porque muchos ya están quemados de tanto esperar compañeros nuevos para poder turnarse ante tantos enfermos y tanto sufrimiento e inaguantable dolor.

Ayúdame a no dejar apagar ni silenciar la voz de la vida, de la energía, de la esperanza, de la fe, el amor y la pasión.

Ayúdame porque no estamos solos, pues podemos contar siempre con la protección, la fuerza, la ayuda y la inspiración de nuestro Dios.

Ayúdame, por favor.

Sor María Elena Hernández González

Plasencia 21-5-23

EL DIOS QUE SE CONECTA EN NUESTRO DESTINO

EL DIOS QUE SE CONECTA EN NUESTRO DESTINO


A lo largo del día solemos escuchar muchas voces que se nos presentan en ocasiones, como guía.
Entre ellas están: las voces de las emisoras de radio y las televisivas,
que a veces nos aportan información y desinformación a la vez, al igual que consejos y críticas.
Tenemos, a la par, y no son menos atrayentes las voces de las pandillas,
las voces de comercios y de tantas compañías cuya finalidad es materializar nuestras vidas.
Tampoco hemos de olvidar las voces de los estafadores que con tanta frecuencia timan.
Destaco también, como voces importantes, la de las familias, las de nuestros compañeros de trabajo y de misión, superiores, amigos y la voz de los vecinos y vecinas,
así cómo los gritos de nuestra naturaleza que se quejan, lamentan y chirrían.
Y, ¿qué decir sobre las voces de los políticos y de las mujeres dedicadas a la política?.
¡Cuántas voces oímos o escuchamos, a lo largo de todos los días!
sin caer en la cuenta de cómo nos influyen ni en cuáles estamos sumergidas.
¡Qué difícil lo tiene nuestro Dios o mejor dicho, qué difícil lo tenemos nosotros las personas para escuchar la voz del verdadero guía!
Sin embargo, no olvidemos que Dios es muy listo, muy listo, muy constante y también, si cabe la expresión, muy cansino.
Pero un cansino delicado, un tanto incómodo a veces, pero siempre persuasivo.
Y es porque él es un Dios que no se cansa jamás de perseguir su objetivo.
Ese objetivo, que eres tú y soy yo, en realidad somos todos los seres humanos, es decir sus hijas e hijos.
Y es que Dios no está dispuesto a perdernos entre tantas voces, gritos, sonidos y ruidos.
No lo olvidemos, él es el Buen Pastor, el que se conecta a través de cualquier medio de comunicación, circunstancia, momento y destino.
Él es el Dios que, si nos ve mal, cambia nuestra emisora, nuestro juego, viaje, trabajo, debilidad e incluso nuestro capricho.
Porque su voz está siempre en su Palabra, Palabra que podemos escuchar en las Iglesias, o leerla en nuestra habitación, o en un lugar público o escondido.
Su voz o sus gestos los podemos encontrar en un pobre, en un adolescente, en un enfermo y también a través de cualquier niño.
Nos puede aparecer en esa música que escuchamos cada día, en la película que alguien nos sugiere o por las calles cuando vamos de compras o haciendo otro recorrido.
Y ahora quizás te preguntarás: ¿En medio de tantas voces sabré distinguir la voz del Dios que se conecta conmigo?.
Respondo: Te aseguro que sí, y sabrás que es Él, porque será la voz que te dé plenamente sentido.
Es la voz que llenará tu corazón y cambiará para bien el rumbo de tu destino.
Porque su voz nos llena de búsqueda, de inquietud, de vida, y de tender nuestras manos a quienes encontremos necesitados a lo largo de nuestro camino.
Él es el Dios de la Paz, el Dios que nos llena de confianza y de fe, a pesar de todas las adversidades, dificultades, tropiezos, retos, caídas que se nos plantean en nuestro sino.
Él es el Buen Pastor, el Dios que se quiere conectar contigo y conmigo.
Escuchemos su voz y sigamos su mismo Camino.
Ánimo y Adelante, porque Dios es nuestro comienzo y también nuestro fin y paraíso.


Sor María Elena Hernández González.
Plasencia 30-4-23

NO SOMOS LOS RIVALES DE DIOS, SINO SI OBRA MAESTRA.

NO SOMOS LOS RIVALES DE DIOS, SINO SU OBRA MAESTRA

Podemos echar una mirada a nuestro alrededor y ver ¡Cuánta inteligencia el hombre ha manifestado y hoy manifiesta!

¡Cuánta belleza es capaz de expresar a otras personas que le rodean!

¡Cuánto bien puede llevar a cabo con el material que le ofrece nuestra naturaleza!

Y que todo ello ha sido y es posible por su voluntad, la que ha tenido y la que a partir de ahora tenga.

Si acudimos al comienzo de la creación, contando también con el ser humano, lo que entonces existía eran: la armonía, la bondad, la relación y la belleza.

Así, el mismo relato bíblico lo expresa.

Dios ha comprobado que todas las cosas eran buenas.

Pero, con el paso del tiempo, las cosas han cambiado y esa mirada divina hombres y mujeres no la consideran.

El hombre piensa en negativo, en rivalidad, con egoísmo y estima a Dios su enemigo y, por tanto, todo de ese modo lo estropea.

Y lo estropea con armas nucleares, con guerras y con tantas epidemias, saltándose así las reglas sagradas de la naturaleza.

Y la pena es que hoy aún esa mentalidad persiste, pues se palpa y se respira, y nuestra mente ciega.

Y me pregunto: si hoy día del trabajador, día de San José Obrero, ¿nos puede llegar una noticia esperanzadora y nueva?

Creo que sí, porque en nuestro mundo hay muchísima gente trabajadora, honrada, honesta, generosa y buena.

Te invito a que conmigo lo veas:

Porque hoy, día del trabajador y de la buena escuela,

del trabajo decente, de las construcciones bien hechas.

Día donde los artistas son capaces de plasmar su obra a través de una simple piedra,

o de un lienzo en blanco o también de un trocito de madera.

Día en que los músicos se miran hacia dentro y, por medio de un instrumento, nos transmiten la melodía que llevan,

donde los libros hacen historia porque a nuevos lugares, sueños y metas nos trascienden y llevan.

Día en que las familias se reúnen para forjar la unidad y el amor, como su obra primordial y maestra.

¡Cuántos artistas hoy nos rodean!

Los niños que lloran evitando en los adultos posibles peleas,

manos que acarician sosteniendo la esperanza de tantas personas enfermas,

llamadas telefónicas que acortan distancias de encuentros que aún se esperan.

Y, en medio de todo esto, están los hombres y las mujeres que rezan.

Y rezan por la paz para que se terminen las guerras,

guerras externas y también las internas,

rezan para que se alce la voz de los niños inocentes, de las personas injustamente tratadas, de todas aquellas que, humilladas y maltratadas, se callan y no protestan.

Rezan para que surjan hombres y mujeres con vocación de profetas,

y llenen nuestro mundo de la Buena Nueva,

porque Dios no es el rival del ser humano, sino el Padre Bueno que nos protege, nos educa, nos corrige, ama y, por supuesto, nos recrea y así nos enseña.

Sor María Elena Hernández González

Plasencia 1-5 23